domingo, 27 de septiembre de 2020

Buenos días de celuloide: "El pez y Yo"

 Uno de los últimos cortos con los que hemos reflexionado: "El pez y yo"




"Desde el habitáculo dos seres conviven en la cocina, se preparan un café y se convierten en la esperanza de que todo es la motivación de la historia vivida en un día. Los dos están en la parte interior de la casa. 

La persona se prepara el café siendo un invidente, del exterior le llega una llamada de teléfono que lo llama y esto hace que lo asuste y  hace que se caiga la pecera donde habita y hace que con el susto caiga y rompa y Pez sea perdido en el suelo de la cocina.

 El invidente intenta reponer el agua donde el pez habita, la solución  es que vuelva al agua, donde la vida del pez es su supervivencia.

 En el desagüe por donde se va el agua tapona su pérdida de agua donde hace el agua  que el pez sobreviva, esto hace que el invidente, su compañero, vuelva a la vida y este con sus manos hace que el pez busque su protección.

 ¿Quién llamó por teléfono? ¿será su salvación? 

El amor de compañía que entre el pez y el inválido se tienen, como poder de necesidad que dure entre los dos, ese amor de paz entre los dos y hace que se dediquen el uno al otro su vida.

 La muerte que existe no puede matar, solo existe la bondad de un amor que al final todo lo trata bien y que llega a la relación entre los seres buenos". 


Ramón

1 comentario:

  1. Jolín, el resumen es tan subrealista que te deja impactado y con ganass de más. Felicidades al redactor.

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