martes, 21 de abril de 2015

Juanito Banana en Holanda. Segunda entrega.


-Bienvenido, het is een plezier tenerlo aquí durante una temporada-decía la madre de Mariska
Sacudido por una tremenda envidia, el crio entorpecía el dialogo-Mi nombre es Ramocín, soy Malagueño y súper inteligente-
-Grappig…wat een lief jongen-soltaba Jan
-Vader, no hablan holandés-advertía Mariska 
-Oh perdón…el niño parece muy bueno-decía el anciano
-De pasta flora…coñis-decía Banana por lo bajin  
Los invitara dentro de sus respectivas habitaciones, de moderna decoración. Un inesperado lujo para el crio, desde el otro extremo gritaba-Que bieeeeeeeeeeeeen, todo llenooooooooooo de jugueteeeeeeeeeees-
-Buff…inaguantable-exclamaba Banana
Repasaba propio dormitorio minuciosamente. Espacioso y con dos grandísimos ventanales que daban a la calle Krom Boomssloot. Cerca de ellas, una inmensa cama en la cual cogían cinco voluminosas señoras. Lembrando barrabasadas de infancia, saltaba sobre el colchón. Un deseo que siempre quisiera hacer realidad. Pillado con las manos en la masa, Mariska preguntaba- ¿Qué estás haciendo?-
-Intentaba atrapar una mosquilla de las gordas-respondía burramente
-Jamones, mira… ahí la va-añadía
El bicho volador debía tener prisa atroz, sacudido por la zapatilla del hombrecillo. Que únicamente daba candela al aire. En otro de los espaciosos cuartos, Violeta rompía en mil trozos la fotografía de Castaño. A sangre fría y recordando las mil noches en vela. De saberlo, el enclenque cogería el primer vuelo a Ámsterdam. El hijo de los Jiménez convirtiera la estancia en un corral de comedias. Melodramático mantenía una enorme avioneta bajo su control. Y asimismo, la graciosa Mirita que iba de copiloto atravesando el grandioso mediterráneo.
-Sobrevolamos Italia, agárrate hay turbulencias-decía el crio metido en razón  
El roedor cansado de soportar chiquilladas se tiraba de espaldas sobre una silla reclinable. Estaría libre de sobresaltos, originados por el jovencísimo aviador. De vez en cuando sobrepasando límites, lo trataba con autentico pelagatos.   
-Ahí no Mirita…ese es territorio enemigo-decía Ramoncin
La hora de la cena los volviera a unir. Un revuelto de invitados, en torno a una morrocotuda mesa adornada con la cerámica de Delft, pincelada con entretenidas imágenes. Torrefactados por cientos de suposiciones, examinaban los platos de variado contenido. Invitaban a una degustación pausada, ciertamente la madre de Mariska estuviera muy acertada.   
-Peterselie aardappeltjes, gehaktschotel uit de oven en citroenrijst met appel-indicaba Saskia  
Supuestamente hacía mención al riquísimo menú. Anhelando saber el contenido Banana decía-Jamones, este hombrecillo no sabe holandesillo…dígalo en cristiano por favor-
-Excúseme, patatitas con perejil y bandeja de carne picada al horno, de postre arroz de limón con manzana-informaba en buen castellano
Los holandeses tienen por norma cenar tempranamente. Una ligera comida sin grandes quebraderos de cabeza; a sabiendas que los españoles son grandes comedores, hicieran una excepción.
-Fabuloso señorcilla-aseguraba el hombrecillo
-¿Y esto?-interrogaba Ramoncín antojadizo
Balanceaba las piernas sobre la silla, simulando un raro ejercicio de musculación. Banana lo miraba desafiante con ganas de echarle la cremallera.
-No me mires así…quiero saber lo que es, quiero saber lo que es-repetía sin pausas
-Speculaas, galletas de jengibre y canela…se suelen comer el día de San Nicolás, son muy ricas-informaba la bella Mariska
Los chiquillos suelen hacer preguntas que te pillan por sorpresa sin saber luego bien que objetar. Interesado preguntaba-¿San Nicolás y Santa Claus son hermanos?-
Banana fuera rápido en respuesta-Niñato, son primos lejanos y calla ya-
-Estás confundido, San Nicolás es un obispo de Mira (Licia) todos los años el 5 de diciembre, viene acompañado de sus ayudantes los zwarte pieten y Santa Claus vive en Laponia, en navidad visita miles de hogares dentro de una enorme carroza que tiran sus renos. Los dos son magníficos hombres, entregando ilusiones y un sinfín de regalos a jóvenes y ancianos-explicaba la joven neerlandesa
-Sobreesdrújulas, que cuentillo tan interesante-afirmaba Juanito
El pie de Ramoncin pegaba con fuerza sobre la rodilla del hombrecillo, a continuación contestaba-Eres un borrico, no es un cuento… es real-
-Lieve schat-decía Jan enternecido
Mirándolo con cara de bobo preguntaba-Resoplones ¿como ha dicho?-
-Le dedicó un piropo al niño, le dijo algo como… dulce tesoro-indicaba la holandesa risueña
…. ¿Tesorillo? un jodido bocazas…pensaba el hombrecillo. Mientras concedía a los comensales una simulada sonrisa, por lo visto nada creíble para el mocito.  
-No te esfuerces Juanito, esa risita es falsa y yo soy muy guapo y estoy más preparado que tú… porque tu eres un memo-daba por opinión
El pensamiento tenía ánimo de soltarle un guantazo. Pero de cara a gente civilizada que esta en contra de la repugnante violencia decía-Claro, lo que tú digas niñato-
-Mi nombre es Ramoncín, tú bien lo sabes…pero eres feo y malo como las brujas-daba por respuesta
Fascinaba el ser el punto de atención, encima los bonitos piropos sacaran lo peorcito del señor Banana. Nublado por el enfado, decidiera probar una botella de alimonado líquido. La etiqueta mostraba la imagen de una gallina bautizada con un raro nombre “zwarte kip”. Llenara un vaso de los grandes hasta los bordes. El atrevido ademán levantaba las cejas a Jan. Poniendo en claro si trataba de apimplarse o tirar la casa por la ventana. El tan conocido advocaat, elaborado con brandy y huevos, cambiaba de inmediato el color del rostro. Verdaderamente una bebida para espantar el sueño.
-Ostras y ostrillas, agua, agüita ya-demandaba el desesperado hombrecillo
-Toma bebe-ofrecía Mariska
.Jamones ¿no será otro explosivo licorcillo?-preguntaba coloradísimo
Haciendo destritus la respuesta, Ramoncín decía-Hajajaha, que burro no sabe distinguir el alcohol del agua…jahajahaja-
Cogía la botella para hacer depositario al crío-Toma niñato, pruébalo ya verás como saltas-
-Nee…el chiquillo no puede probar gota de alcohol-aseguraba Jan sensato
En su sano conocimiento nunca lo haría. Formado en materia explicaba-No se preocupe señor, a mi Juanillo no me engaña. Tampoco los muchachos de mi barrio que los sábados hacen el botellón enfrente de mi casa…son unos engañabobos y muy puercos, enseñan el culo y dejan todo hecho una porquería…todo por culpa del alcohol-
Los padres de Mariska escucharan con suma atención. Los enlabiara de tal forma que suministraban una lluvia de besos. Poniendo morros, Banana expresaba-¿No pensarías que lo decía en serio? Niñato tonto-
-Mas listo que tú que solo pretendes quedar bien…ala chicha rabincha-decía
De continuar alado suya, montaría en cólera. Ya tuviera bastante en el adorable Villacuernos, sin necesidad de nuevos conflictos. Distrayendo los verdaderos motivos proponía-Violetilla, habrá que llamar otra vez a los padres de Ramoncín… que vengan cuanto antes, el crío seguramente tiene morriña-
-¿Morriña? Ja…estoy súper contento-confesaba
Se complacía manteniendo distintos puntos de vista. Evidentemente solo de cara al señor Banana. El reloj daba las diez de la noche. Hora avanzada para niños pequeños y buena hora de holandeses escrupulosos en echar un sueño tempranamente. 
-Mañana es un nuevo día-decía Mariska
-Aladito tuya…magnifico-aseguraba Juanito
La agradecida mueca, enrojeciera al hombrecillo. Seguía enamorado de Nancy pero la holandesa también cosquilleaba el vientre. Avasallado por pensamientos preguntaba-¿Ha telefoneado Nancilla?-
-Si, hace unos días…la semana que viene estará por aquí-declaraba la joven
-Sobreesdrújulas ¿Cómo no me habrá dicho nadita?-preguntaba
-Porque eres feo y malvado-aseguraba el chavalito
-Ramoncín, el señor Banana es bueno y gracioso…venga a cama-contradecía Violeta
-Vale, pero me cuentas un cuento-decía el niño chupando una regaliz
-Esta noche te lo contará el señor Banana, así hacéis las paces-indicaba Violeta
Enseñando incisivos respondía-¿Si? por fi…por fi Juanito-
A la fuerza daba contestación-De acuerdo niñato, pero como te portes mal te arranco las orejillas-
Las once en punto, idéntico a un angelito guardián, Juanito sentaba a los pies de la cama. Ramoncín estaba mas despierto que nunca. Recubierto con un pyama de lindos dibujos de Mickey Mouse. Inmensamente popular entre los párvulos. Juanito tenía que sacar partido a una inventada charla. Con un poco de suerte, pondría el mecanismo en funcionamiento igualándolo a un divertido cuento. Que entibiaría la grandiosa imaginación de los escritores.
Abrazando la almohada por su lado preferido el niño preguntaba-¿Vas empezar ya?-
-Listo y preparadillo-afirmaba el hombrecillo
-¿Sabes Juanito?  Pareces un gnomo con ese pyama tan raro-decía
Enfadado cogía el andante hacia la puerta, sin decir palabra. Defraudara al crio que rogaba-Eh...da vuelta…sino es trampa cochina…además los gnomos son buenos e inteligentes-
Retenido por la sorprendente afirmación daba vuelta. Sentado en el sitio de antes daba rienda suelta a la fantasía…
-En un país muy lejano vivía un niño muy travieso y holgazán. Se llamaba Toni pero todos lo conocían por Revoltijo-
-Jo…que mote tan horrible-interrumpía
-No se miraba en los espejillos porque era muy feo y canijo.  Tan grande como el taburete de un barcillo-
Lo dejara pasmado. En su parecer sería mejor preguntar-¿No serás tú?-
-No niñooooo… ¿te callas? o se acaba el cuentillo-amenazaba
-No vale, eso es chantaje ratero-daba por opinión
-Revoltijo no tenía amigos pero si una buena amiga de la que se enamorara locamente, ella tenía un novio muy malo que robaba en todas las tiendillas. Hasta el punto de acabar dentro de una prisión, donde los ratoncillos ocupaban parte del lugar-
-Jo…que cuento tan raro ¿verdad Mirita?-aseguraba
El roedor gozaba de fuertes patillas. Enganchadas a los hierros movían apresuradamente hacia la portilla de la jaula. Tal vez pretendiendo morder al parlanchín.
-Cada año se reproducían después del triqui triqui, llegando a una invasión de ellos. Asustados los carceleros dinamitaron la zonilla-
-¿Y las personas de la cárcel?-decía asaltado por la preocupación
-A salvo en sus casillas-revelaba
-Jo… los malvados no pueden andar por ahí sueltos-indicaba
Le estaba entrando el sueño y deseaba concluir-Y colorín colorado, este cuentillo se ha acabado…niñato-
Estafados los personajes y el crio. Enteramente decepcionado soltaba-Jo, vaya mierda de las grandes-
-Habla bien… niñato-comandaba
-Es que el cuento fue requeté corto y horroroso-explicaba
Calzando las pantuflas a toda pastilla contestaba-Jamones, me debes dar las gracias…hasta mañana-
Banana se echara de cerrojo y Ramoncín igual a un caballero de industria, consiguiera unos caramelos de mantequilla. Sustraídos de una bombonera del salón. En vez de dormir, derretía los dulces dentro de la boca. De textura blanda e inmensamente deliciosos. Se librara de contar ovejitas, si bien, sumaba las golosinas que iba despachando aligeradamente. Incluso se tomara la osadía de entregar a Mirita uno de los grandes.
-Come, son muy ricos…mmmññññmmmmm-decía embutiendo cinco de golpe 
Siendo ratón, repudiaría la generosa invitación. Y así fue, sustrayendo del comedero un fruto seco. Arrasado en tiempo record y poniendo al niño ojos como platos.
-Jo... papas más rápido que yo-comunicaba
Un poster de tamaño gigantesco adornaba una parte de la pared. Curioso deslizaba las manos sobre el, como si fuera a plancharlo. Proyectaba una escena de la dulce Blanca Nieves. Abriendo camino hacía lo desconocido, unas letras expresaban: De Efteling. El pensamiento del chavalito era fácil de adivinar ¿Qué querría decir?...
A toda maquina aparecía dentro del cuarto del señor Banana. Grogui total, aparentaba la bella durmiente. Solo que vacío de deslumbrante belleza. Moviendo el cuerpo de un lado a otro decía-Juanillo despierta…despierta, tengo que contarte un secreto-
-Rayos y truenos ¿niñato, que narices quieres?-
-Ven, quiero enseñarte algo muy interesante-revelaba
Incomprensible que fuera detrás como un tonto del haba y dejara dulces sueños para deshoras.
-¿Qué pasa?-preguntaba dentro del cuarto
El dedo apuntaba hacía el gran poster. A continuación la tan deseada pregunta-¿Qué significa Efteling?-
-Niñato ¿Por esa tontería me despiertas?-decía enfadado
Cruzando los brazos contestaba-Si, es importante ¿Qué significa?-
La holandesa estancada en la puerta informaba-Se encuentra en Kaatsheuvel es un parque temático, grande y precioso…mañana te llevamos-
La desbordante alegría se reflejaba en el infantil rostro. Tirara las zapatillas hacía arriba, tocando el techo blanco.
-Bien, bien…la rata tramposa está súper contenta-decía en voz alta
Tristemente el hombrecillo era de distinta opinión-Castañuelas, para acabar de rematarla-
-Hay montañas rusas, el mundo de las mil y una noches…una casa encantada y muchas diversiones-comunicaba la holandesa 
La nueva información tutelaba los movimientos del chiquillo. Haciéndolo rodar sobre la moqueta como una peonza. Un rítmico compas sin fin, agobiando al hombrecillo. Increíblemente supersticioso prestara demasiada atención a lo dicho. Informaba sobre una casa encantada, seguramente residencia de la bruja avería con sus familiares, adeptos y cantidad de espeluznantes monstruos. De visitar el lugar, surgirían en todas partes, laminando la tranquilidad y subiendo los pelos a límites inesperados.  
Anunciaba lo premeditado-Yo mejor quedo en casilla por Dios-
-Tú vienes conmigo, tú vienes conmigo, tú vienes conmigo-decía el niño agarrado a ilusiones
-Si criatura, Juanito va ir-advertía Mariska
Estaba abandonado a su suerte y sin ganas de mirar las caras de sus interlocutores. Volvía la espalda con intención de meterse en cama. Un chasco haberse levantado para desahogar caprichos.
-Que descanséis carajo-indicaba
La noche se hacía larga para Ramoncín. Más allá de la realidad, dentro del mágico mundo de los sueños. Predominaban bellas estampas de parques, manteniendo un ambiente agradable. Una sensación semejante a contemplar el Sol Naciente.
Sin embargo, en la habitación de Banana cambiaba el panorama contaminado por absurdas suposiciones. Desperdiciaba las horas de descanso, atendiendo los ruidos de la calle. No pegaba ojo, recordando la desconocida casa hechizada de Efteling.       

Mª Reyes Armesto Santiso 

martes, 14 de abril de 2015

Juanito Banana en Holanda. Primera entrega




Capitulo 1           LA CASA DE JAN Y SASKIA

 El autobús de Eurolines llegara al final de su trayecto pisando capital holandesa, la siempre atractiva Ámsterdam. Al borde de la desesperación, Juanito telefoneara a los padres de Ramoncín. Por el momento no había nada que temer, se comprometieran en recogerlo de inmediato. Tocaría por tanto hacer de babysitter. En caso de ponerse pesado, dejaría la ocupación a Violeta. Seguramente tendría más tacto con insoportables críos que se la dan de listillos.
Los padres de la bella Mariska viven a escasos kilómetros de Waag. Son enormemente cultos, hablando el castellano a la perfección. Disfrutan de un señor apartamento, apropiado para su exquisito gusto.
-Bienvenidos ¿Qué tal el viaje?-preguntaba Mariska
Bajaba del coche un tanto apurada. El apretado vestido impulsaba a una inmediata y atrevida observación. Con los ojos clavados en el atrevido escote Banana decía-Estupendamente…trajimos a este niñato, bueno….adorable niño…una larga historilla que ya contaré, el padre viene a recogerlo… cruzando dedillos, pronto-
-Hola, me llamo Ramoncín y esta es Mirita-saludada
-Que guapo eres, yo también tengo un hámster-explicaba descubriendo unos dientes blancos como la nieve
-La Rata Tramposa y al mismo tiempo, meona…leches-decía Juanito entre dientes
-Me gusta Ámsterdam ¿Sabes? Mi padre viaja mucho-soltaba el niño con dulce mirada  
La joven suministrara tres besos a cada uno. Tradición neerlandesa que agradaba  muchísimo a Banana.
-Jamones, ya lo podían hacer en Villacuernos-decía encaprichado
-Hay que regalar mucho amor-opinaba Violeta echando un vistazo a  las vías 
Había mucho por descubrir. Trece provincias no muy grandes en extensión, mostrando un divertido juego de contrastes. Dando auge a la limpieza y cariñosos habitantes que suelen hablar con el corazón. Claramente sin rodeos, escapando de la siempre insociable hipocresía. Lo único que conocía Violeta, tres de los grandes ríos, el Maas, Waal y el Rijn. También a Beatriz, la hermosa reina que gobierna desde el año 1980 de manera ejemplar. Una preocupación invadía el pensamiento Bananero. Le explicaran que mitad de Holanda se halla bajo el nivel del mar. Conocida también con el nombre “Países Bajos”.  Se le pusiera la piel de gallina recordándolo.  
-Mariskilla ¿en esta zonilla hay muchas inundaciones?-soltaba
En este instante sería todo oídos. Sin demora, a pesar de ir reconcentrada en el manejo del coche, detallaba-Desde el año 1995 ni la primera, de todos modos no te preocupes…disponemos de fuertes diques-
Todavía con un  nudo en la garganta preguntaba-Por Dios, Por Dios…diquillos ¿eso que es?-   
El niño estaba al corriente. Con generosa voluntad tras una risita burlona decía-Son grandes bloques de hormigón construidos para sujetar el agua y así no pueda alcanzar las casas y los campos…burro-
Atrancara la definición con un insulto que no hacia ninguna gracia. De estar solos le soltaría un sopapo. Con señoritas por medio tan solo se atrevía afirmar-Un poco de educación, niñato-
En la plaza Nieuwmarkt, bajaban del vehículo abducidos por su encanto. Un acumulo de estrechas calles y edificaciones realmente pintorescas.
Después de tragar un par de veces saliva Banana decía-Ostras que lindo, pero mirar que lindillo por Dios-
-Si súper guay, waaauuuh…mira esas torres-indicaba Ramoncín
Encima del hombro del chiquillo, hasta el roedor tenía apariencia de fijar la vista.
-Se llama Antoniespoort, siglos atrás fue una sala de ejecuciones, con el tiempo un almotacén y una zona de operaciones…actualmente es un restaurante “In de Waag”-detallaba la holandesa
Nuevamente tenía el alma en vilo. Santiguándose varias veces afirmaba-Madrecilla del alma querida ¿No será el museo de los horrores?-
-No hombre…ya te dije, ahora es un restaurante-
Todavía asustado preguntaba-¿Podemos ir a casita de tus queridos padres?-
-Jajajaja…le tiembla el culo del miedo-aseguraba el crío
-O te callas o le corto los bigotes a la ratilla, niñato-amenazaba
Gran ofensa para la guapa holandesa. Dentro del lindo país de tulipanes los maltratadores de animales son reducidos a la nada, mediante lastimosas sanciones.
-¿No lo dirás en serio?-decía
El mocito lo miraba con zorrería y Banana se valía de una piadosa mentira-No Mariskilla, eso nunca lo haría, tan solo es una bromilla-
-Ja…ja…bromilla de la Rata Tramposa-afirmaba el nene
Algo le decía que las mini vacaciones, transformarían en un gran puzle de sorpresas. Mientras caminaban, el hombrecillo examinaba los ciudadanos. Rubios con ojos azules y altos como castillos. Pegado a ellos parecía una insignificante pulguilla. Eso era lo que pensaba, pero nadie tenía ese negativo pensamiento en sus adentros, continuando el agradable paseo de minutos antes. Ya le explicara el sabio Tomas Fonseca, el infravalorarse lo conduciría a un callejón sin salida.
Considerando la advertencia soltaba-Los hombres pequeños, somos cariñosos y sabrosos-
Los tres acompañantes giraban a la par la cabeza. Gozaban de la misma ideología, el hombrecillo era una verdadera caja de rarezas. Se detuviera durante unos segundos en las barbas de un transeúnte. Tras beber una cerveza bien fría, por lo visto la famosa Heineken, tragaba sin piedades un pescado crudo. Fileteado por la mitad y henchido de cebolla picada. Sin tenedor, únicamente dos dedos sujetaban la punta de la cola.
-Rayos y truenos, el carnívoro tomó una cervecilla para facilitar la digestión…el pescadillo estará brincando dentro de la panza de la alegría…o bueno…de la borrachera-detallaba
Ramoncín doblaba las rodillas con intención descojonarse de la risa-jajaja…nunca he oído una tontería tan grande-
-Aquí hay muchos puestos de arenques, se suelen comer crudos con mucha cebolla-explicaba la holandesa
-Sobreesdrújulas, lo que hay que oír….del mar directamente al platillo-opinaba
Estaba al corriente, que la tolerancia holandesa era una de las mejores del mundo. Con seguridad no cocinaban los bichillos evitando inútiles sufrimientos. Vivos y enteros tanto mejor, alargándoles la vida. Otro estúpido razonamiento, hundiéndolo en un fantástico mundo donde todo era posible.
 Enseguida llegaran a Keizersstraat. Los padres de Mariska, dos simpáticos ancianitos que gustaran enormemente al hombrecillo. Se presentaran como Jan y Saskia, típicos nombres Neerlandeses de pocas letras y fácil pronunciación.
-Encantado, yo…Banana, de nombre Juanito-saludaba


martes, 7 de abril de 2015

Un fragmento de Juanito Banana


EFTELING, OASIS DE CUENTOS          


El alba rompía en la ciudad de Ámsterdam. Perfectamente descubierto por el señor Banana que seguía con los ojos bien abiertos. Abandonara la cama con rapidez deseando asaltar el frigo. Su avispada intuición diera con el rico pan integral y la enorme bola de Edam. Un queso altamente gustoso después de desayunar buena parte. Hecho el bocata echaba un vistazo desde el ventanal del balcón. Gente paseando el perro, el carril bici lleno de ciclistas a toda pastilla, estudiantes con sus mochilas abarrotando las terrazas. Verdaderamente una calle agradable para distraer los sentidos y el aburrimiento. En este caso, el ilógico miedo que lo tuviera en vilo durante toda la noche. Todavía le provocaba moviéndolo como una ficha hacia el florero de tulipanes.
-Hm…que bien huelen estas florcillas-soltaba
Justo alado una revista de propaganda. Mostraba una interesante colección de diamantes. Le comentaran que el tallado de preciosas piedras era una artesanía muy apreciada en Ámsterdam. De disponer de suficiente capital, compraría uno para su bella princesa. Le oyera decir a su madre que los diamantes eran para siempre. Quitando ese punto de romanticismo. Aconsejado por Arsenia la más falsa de Villacuernos, afirmaría que los diamantes eran los mejores amigos de las mujeres. No podría ser de otra forma, al ser amante de grandes fortunas.
-Buenos días Juanillo ¿estas papando?-preguntaba el niño
-Ostras niñato, vaya susto me has dado-contestaba
-Hoy vamos a Efteling pero primero voy a desayunar en condiciones…mucha comida mñññmmmmm-comunicaba 



Reyes Armesto