-Bienvenido, het is een plezier tenerlo aquí
durante una temporada-decía la madre de Mariska
Sacudido por una tremenda envidia, el crio
entorpecía el dialogo-Mi nombre es Ramocín, soy Malagueño y súper inteligente-
-Grappig…wat een lief jongen-soltaba Jan
-Vader, no hablan holandés-advertía Mariska
-Oh perdón…el niño parece muy bueno-decía el
anciano
-De pasta flora…coñis-decía Banana por lo bajin
Los invitara dentro de sus respectivas
habitaciones, de moderna decoración. Un inesperado lujo para el crio, desde el
otro extremo gritaba-Que bieeeeeeeeeeeeen, todo llenooooooooooo de
jugueteeeeeeeeeees-
-Buff…inaguantable-exclamaba Banana
Repasaba propio dormitorio minuciosamente.
Espacioso y con dos grandísimos ventanales que daban a la calle Krom
Boomssloot. Cerca de ellas, una inmensa cama en la cual cogían cinco
voluminosas señoras. Lembrando barrabasadas de infancia, saltaba sobre el
colchón. Un deseo que siempre quisiera hacer realidad. Pillado con las manos en
la masa, Mariska preguntaba- ¿Qué estás haciendo?-
-Intentaba atrapar una mosquilla de las
gordas-respondía burramente
-Jamones, mira… ahí la va-añadía
El bicho volador debía tener prisa atroz,
sacudido por la zapatilla del hombrecillo. Que únicamente daba candela al aire.
En otro de los espaciosos cuartos, Violeta rompía en mil trozos la fotografía
de Castaño. A sangre fría y recordando las mil noches en vela. De saberlo, el
enclenque cogería el primer vuelo a Ámsterdam. El hijo de los Jiménez
convirtiera la estancia en un corral de comedias. Melodramático mantenía una
enorme avioneta bajo su control. Y asimismo, la graciosa Mirita que iba de
copiloto atravesando el grandioso mediterráneo.
-Sobrevolamos Italia, agárrate hay
turbulencias-decía el crio metido en razón
El roedor cansado de soportar chiquilladas se
tiraba de espaldas sobre una silla reclinable. Estaría libre de sobresaltos,
originados por el jovencísimo aviador. De vez en cuando sobrepasando límites,
lo trataba con autentico pelagatos.
-Ahí no Mirita…ese es territorio enemigo-decía
Ramoncin
La hora de la cena los volviera a unir. Un
revuelto de invitados, en torno a una morrocotuda mesa adornada con la cerámica
de Delft, pincelada con entretenidas imágenes. Torrefactados por cientos de
suposiciones, examinaban los platos de variado contenido. Invitaban a una
degustación pausada, ciertamente la madre de Mariska estuviera muy acertada.
-Peterselie aardappeltjes, gehaktschotel uit de
oven en citroenrijst met appel-indicaba Saskia
Supuestamente hacía mención al riquísimo menú.
Anhelando saber el contenido Banana decía-Jamones, este hombrecillo no sabe
holandesillo…dígalo en cristiano por favor-
-Excúseme, patatitas con perejil y bandeja de
carne picada al horno, de postre arroz de limón con manzana-informaba en buen
castellano
Los holandeses tienen por norma cenar tempranamente.
Una ligera comida sin grandes quebraderos de cabeza; a sabiendas que los
españoles son grandes comedores, hicieran una excepción.
-Fabuloso señorcilla-aseguraba el hombrecillo
-¿Y esto?-interrogaba Ramoncín antojadizo
Balanceaba las piernas sobre la silla,
simulando un raro ejercicio de musculación. Banana lo miraba desafiante con
ganas de echarle la cremallera.
-No me mires así…quiero saber lo que es, quiero
saber lo que es-repetía sin pausas
-Speculaas, galletas de jengibre y canela…se
suelen comer el día de San Nicolás, son muy ricas-informaba la bella Mariska
Los chiquillos suelen hacer preguntas que te
pillan por sorpresa sin saber luego bien que objetar. Interesado
preguntaba-¿San Nicolás y Santa Claus son hermanos?-
Banana fuera rápido en respuesta-Niñato, son
primos lejanos y calla ya-
-Estás confundido, San Nicolás es un obispo de
Mira (Licia) todos los años el 5 de diciembre, viene acompañado de sus
ayudantes los zwarte pieten y Santa Claus vive en Laponia, en navidad visita
miles de hogares dentro de una enorme carroza que tiran sus renos. Los dos son
magníficos hombres, entregando ilusiones y un sinfín de regalos a jóvenes y
ancianos-explicaba la joven neerlandesa
-Sobreesdrújulas, que cuentillo tan interesante-afirmaba
Juanito
El pie de Ramoncin pegaba con fuerza sobre la
rodilla del hombrecillo, a continuación contestaba-Eres un borrico, no es un
cuento… es real-
-Lieve schat-decía Jan enternecido
Mirándolo con cara de bobo
preguntaba-Resoplones ¿como ha dicho?-
-Le dedicó un piropo al niño, le dijo algo como…
dulce tesoro-indicaba la holandesa risueña
…. ¿Tesorillo? un jodido bocazas…pensaba el
hombrecillo. Mientras concedía a los comensales una simulada sonrisa, por lo
visto nada creíble para el mocito.
-No te esfuerces Juanito, esa risita es falsa y
yo soy muy guapo y estoy más preparado que tú… porque tu eres un memo-daba por
opinión
El pensamiento tenía ánimo de soltarle un guantazo.
Pero de cara a gente civilizada que esta en contra de la repugnante violencia
decía-Claro, lo que tú digas niñato-
-Mi nombre es Ramoncín, tú bien lo sabes…pero
eres feo y malo como las brujas-daba por respuesta
Fascinaba el ser el punto de atención, encima
los bonitos piropos sacaran lo peorcito del señor Banana. Nublado por el
enfado, decidiera probar una botella de alimonado líquido. La etiqueta mostraba
la imagen de una gallina bautizada con un raro nombre “zwarte kip”. Llenara un
vaso de los grandes hasta los bordes. El atrevido ademán levantaba las cejas a
Jan. Poniendo en claro si trataba de apimplarse o tirar la casa por la ventana.
El tan conocido advocaat, elaborado con brandy y huevos, cambiaba de inmediato
el color del rostro. Verdaderamente una bebida para espantar el sueño.
-Ostras y ostrillas, agua, agüita ya-demandaba
el desesperado hombrecillo
-Toma bebe-ofrecía Mariska
.Jamones ¿no será otro explosivo
licorcillo?-preguntaba coloradísimo
Haciendo destritus la respuesta, Ramoncín decía-Hajajaha,
que burro no sabe distinguir el alcohol del agua…jahajahaja-
Cogía la botella para hacer depositario al
crío-Toma niñato, pruébalo ya verás como saltas-
-Nee…el chiquillo no puede probar gota de
alcohol-aseguraba Jan sensato
En su sano conocimiento nunca lo haría. Formado
en materia explicaba-No se preocupe señor, a mi Juanillo no me engaña. Tampoco
los muchachos de mi barrio que los sábados hacen el botellón enfrente de mi
casa…son unos engañabobos y muy puercos, enseñan el culo y dejan todo hecho una
porquería…todo por culpa del alcohol-
Los padres de Mariska escucharan con suma
atención. Los enlabiara de tal forma que suministraban una lluvia de besos.
Poniendo morros, Banana expresaba-¿No pensarías que lo decía en serio? Niñato
tonto-
-Mas listo que tú que solo pretendes quedar
bien…ala chicha rabincha-decía
De continuar alado suya, montaría en cólera. Ya
tuviera bastante en el adorable Villacuernos, sin necesidad de nuevos
conflictos. Distrayendo los verdaderos motivos proponía-Violetilla, habrá que
llamar otra vez a los padres de Ramoncín… que vengan cuanto antes, el crío
seguramente tiene morriña-
-¿Morriña? Ja…estoy súper contento-confesaba
Se complacía manteniendo distintos puntos de
vista. Evidentemente solo de cara al señor Banana. El reloj daba las diez de la
noche. Hora avanzada para niños pequeños y buena hora de holandeses
escrupulosos en echar un sueño tempranamente.
-Mañana es un nuevo día-decía Mariska
-Aladito tuya…magnifico-aseguraba Juanito
La agradecida mueca, enrojeciera al
hombrecillo. Seguía enamorado de Nancy pero la holandesa también cosquilleaba
el vientre. Avasallado por pensamientos preguntaba-¿Ha telefoneado Nancilla?-
-Si, hace unos días…la semana que viene estará
por aquí-declaraba la joven
-Sobreesdrújulas ¿Cómo no me habrá dicho
nadita?-preguntaba
-Porque eres feo y malvado-aseguraba el
chavalito
-Ramoncín, el señor Banana es bueno y
gracioso…venga a cama-contradecía Violeta
-Vale, pero me cuentas un cuento-decía el niño
chupando una regaliz
-Esta noche te lo contará el señor Banana, así
hacéis las paces-indicaba Violeta
Enseñando incisivos respondía-¿Si? por fi…por
fi Juanito-
A la fuerza daba contestación-De acuerdo
niñato, pero como te portes mal te arranco las orejillas-
Las once en punto, idéntico a un angelito
guardián, Juanito sentaba a los pies de la cama. Ramoncín estaba mas despierto
que nunca. Recubierto con un pyama de lindos dibujos de Mickey Mouse.
Inmensamente popular entre los párvulos. Juanito tenía que sacar partido a una
inventada charla. Con un poco de suerte, pondría el mecanismo en funcionamiento
igualándolo a un divertido cuento. Que entibiaría la grandiosa imaginación de
los escritores.
Abrazando la almohada por su lado preferido el
niño preguntaba-¿Vas empezar ya?-
-Listo y preparadillo-afirmaba el hombrecillo
-¿Sabes Juanito? Pareces un gnomo con ese pyama tan raro-decía
Enfadado cogía el andante hacia la puerta, sin
decir palabra. Defraudara al crio que rogaba-Eh...da vuelta…sino es trampa
cochina…además los gnomos son buenos e inteligentes-
Retenido por la sorprendente afirmación daba
vuelta. Sentado en el sitio de antes daba rienda suelta a la fantasía…
-En un país muy lejano vivía un niño muy
travieso y holgazán. Se llamaba Toni pero todos lo conocían por Revoltijo-
-Jo…que mote tan horrible-interrumpía
-No se miraba en los espejillos porque era muy
feo y canijo. Tan grande como el
taburete de un barcillo-
Lo dejara pasmado. En su parecer sería mejor
preguntar-¿No serás tú?-
-No niñooooo… ¿te callas? o se acaba el
cuentillo-amenazaba
-No vale, eso es chantaje ratero-daba por
opinión
-Revoltijo no tenía amigos pero si una buena
amiga de la que se enamorara locamente, ella tenía un novio muy malo que robaba
en todas las tiendillas. Hasta el punto de acabar dentro de una prisión, donde
los ratoncillos ocupaban parte del lugar-
-Jo…que cuento tan raro ¿verdad
Mirita?-aseguraba
El roedor gozaba de fuertes patillas.
Enganchadas a los hierros movían apresuradamente hacia la portilla de la jaula.
Tal vez pretendiendo morder al parlanchín.
-Cada año se reproducían después del triqui
triqui, llegando a una invasión de ellos. Asustados los carceleros dinamitaron
la zonilla-
-¿Y las personas de la cárcel?-decía asaltado
por la preocupación
-A salvo en sus casillas-revelaba
-Jo… los malvados no pueden andar por ahí
sueltos-indicaba
Le estaba entrando el sueño y deseaba concluir-Y colorín colorado, este cuentillo se ha
acabado…niñato-
Estafados los personajes y el crio. Enteramente
decepcionado soltaba-Jo, vaya mierda de las grandes-
-Habla bien… niñato-comandaba
-Es que el cuento fue requeté corto y
horroroso-explicaba
Calzando las pantuflas a toda pastilla contestaba-Jamones,
me debes dar las gracias…hasta mañana-
Banana se echara de cerrojo y Ramoncín igual a
un caballero de industria, consiguiera unos caramelos de mantequilla.
Sustraídos de una bombonera del salón. En vez de dormir, derretía los dulces
dentro de la boca. De textura blanda e inmensamente deliciosos. Se librara de
contar ovejitas, si bien, sumaba las golosinas que iba despachando
aligeradamente. Incluso se tomara la osadía de entregar a Mirita uno de los
grandes.
-Come, son muy ricos…mmmññññmmmmm-decía
embutiendo cinco de golpe
Siendo ratón, repudiaría la generosa
invitación. Y así fue, sustrayendo del comedero un fruto seco. Arrasado en
tiempo record y poniendo al niño ojos como platos.
-Jo... papas más rápido que yo-comunicaba
Un poster de tamaño gigantesco adornaba una
parte de la pared. Curioso deslizaba las manos sobre el, como si fuera a
plancharlo. Proyectaba una escena de la dulce Blanca Nieves. Abriendo camino
hacía lo desconocido, unas letras expresaban: De Efteling. El pensamiento del
chavalito era fácil de adivinar ¿Qué querría decir?...
A toda maquina aparecía dentro del cuarto del
señor Banana. Grogui total, aparentaba la bella durmiente. Solo que vacío de
deslumbrante belleza. Moviendo el cuerpo de un lado a otro decía-Juanillo despierta…despierta,
tengo que contarte un secreto-
-Rayos y truenos ¿niñato, que narices quieres?-
-Ven, quiero enseñarte algo muy
interesante-revelaba
Incomprensible que fuera detrás como un tonto
del haba y dejara dulces sueños para deshoras.
-¿Qué pasa?-preguntaba dentro del cuarto
El dedo apuntaba hacía el gran poster. A
continuación la tan deseada pregunta-¿Qué significa Efteling?-
-Niñato ¿Por esa tontería me despiertas?-decía
enfadado
Cruzando los brazos contestaba-Si, es
importante ¿Qué significa?-
La holandesa estancada en la puerta
informaba-Se encuentra en Kaatsheuvel es un parque temático, grande y precioso…mañana
te llevamos-
La desbordante alegría se reflejaba en el
infantil rostro. Tirara las zapatillas hacía arriba, tocando el techo blanco.
-Bien, bien…la rata tramposa está súper
contenta-decía en voz alta
Tristemente el hombrecillo era de distinta
opinión-Castañuelas, para acabar de rematarla-
-Hay montañas rusas, el mundo de las mil y una
noches…una casa encantada y muchas diversiones-comunicaba la holandesa
La nueva información tutelaba los movimientos
del chiquillo. Haciéndolo rodar sobre la moqueta como una peonza. Un rítmico
compas sin fin, agobiando al hombrecillo. Increíblemente supersticioso prestara
demasiada atención a lo dicho. Informaba sobre una casa encantada, seguramente
residencia de la bruja avería con sus familiares, adeptos y cantidad de
espeluznantes monstruos. De visitar el lugar, surgirían en todas partes,
laminando la tranquilidad y subiendo los pelos a límites inesperados.
Anunciaba lo premeditado-Yo mejor quedo en
casilla por Dios-
-Tú vienes conmigo, tú vienes conmigo, tú
vienes conmigo-decía el niño agarrado a ilusiones
-Si criatura, Juanito va ir-advertía Mariska
Estaba abandonado a su suerte y sin ganas de
mirar las caras de sus interlocutores. Volvía la espalda con intención de
meterse en cama. Un chasco haberse levantado para desahogar caprichos.
-Que descanséis carajo-indicaba
La noche se hacía larga para Ramoncín. Más allá
de la realidad, dentro del mágico mundo de los sueños. Predominaban bellas
estampas de parques, manteniendo un ambiente agradable. Una sensación semejante
a contemplar el Sol Naciente.
Sin embargo, en la habitación de Banana
cambiaba el panorama contaminado por absurdas suposiciones. Desperdiciaba las
horas de descanso, atendiendo los ruidos de la calle. No pegaba ojo, recordando
la desconocida casa hechizada de Efteling.
Mª Reyes Armesto Santiso