miércoles, 14 de diciembre de 2011

En el Divan (dos)

Mañana toca loquero, pero hoy no. Hoy futbol y cervezas. Unas cuantas. Será por eso que tengo la noche poética.

-   Bueno, marcho a casa que ya toca.
-   ¿Pero qué prisa tienes? Quédate y cenas con nosotros.
-   No, sin prisa ninguna. Bueno si, mañana tengo que coger el bus de las siete y como no estoy acostumbrado a madrugar…

Y marcho. Por el camino, agotado y borracho como estaba, decidí sentarme en un banco que hay cerca de casa, desde el que puedo controlar la ventana de la cocina. Encendida. Mejor espero, no quiero que mis tíos que vean así. Vomito. A esta edad. Vuelvo a sentarme. Cabeza agachada, manos cruzadas; Rosalía de Castro:

¡Oh ti, roxa estrela,
Que din que comigo
naciche, poideras
por sempre apagarte
Xa que nunca pudeche
por sempre alumarme.

Luz apagada. Se baja el telón. Pero antes de ir a dormir le digo a mi demonio que se lleve mi alma. Me responde que es de plástico y que pesa demasiado. Que listo es el jodío! Nunca entiendo nada de lo que me dice.
Siete de la mañana. Esperando el autobús de línea que va para Ourense. A estas horas estoy empanadísimo. Un hombre de mediana edad se acerca y saluda: buenos días. Paleto, pienso ¿Quién? Llega el bús. Casi cinco eurazos, mecagoensumadre. El precio ya me lo sabía pero me jode lo mismo.  Relax. Me espera una hora de trayecto; tiempo de sobra para aprender a tocar la guitarra. Y para mi cielo.

Ah, que verde es mi Galicia. Desarraigo. Desarraigado. Recuerdo sentirme así. Recuerdo la conversación. Bueno, más o menos.

-   Desarraigo, supongo
-   Dilo otra vez
-   ¿El qué?
-   Desarraigo
-   Desarraigo ¿Qué es lo que te hace gracia?
-   Es que eres gracioso. A ver, dime ¿Qué crees que te hace falta?

Vaya, esos dos casi se la pegan; esos cochecillos sin carnet son un peligro; otro sacacuartos más ideado por algún iluminado.

-   Pues es que ya no lo sé; le he dado tantas vueltas a todo que ya… Supongo que una motivación, algo que me sorprenda y me haga reaccionar.
-   Yo también he estado mejor, pero tengo ilusión.
-   Eso suena bien. Pero oye ¿por qué has desaparecido dos semanas?
-   Vacaciones. He ido a África. A pensar, ya me entiendes; en ti, en nosotros.

Joder, la discoteca de La Manchica. La de veces que habré pasado por su lado y nunca me dio por entrar. Dicen que tampoco me pierdo nada. Aunque a veces sortean un coche o algo así, yo qué sé!

-   Pues podrías haber avisado.
-   Dos semanas no es tanto tiempo.
-   A mí me han parecido una eternidad. Pensé que habías desaparecido.
-   Exagerao! Oye, se hace tarde, tengo que irme.

Tengo unas ganas horribles de fumar. Menos mal que ya estamos llegando.

-   ¿Volveremos a vernos?
-   No lo sé.
-   O sea que no.
-   Es que no lo sé.

Fumo. Llamo a un taxi y llego justo a tiempo. Apenas nada tengo que esperar. Nada. Unos minutos con el doctor Lomba y derivado al P.I.I., o lo que es lo mismo Programa de Intervención Intensiva; o lo que es más de lo mismo, una unidad de suicidas. La única en toda Galicia; yo siempre tengo suerte. Todo va muy rápido y en dos días ingreso en la unidad de psiquiatría del hospital.

Santa María Nai. Rosalía:

¿Por qué meu esprito,
por que ora te humillas
cando eras altivo?

¿Por qué, corazón,
por qué non falas
falares de amor?

-   Yo espero que sí
-   Tengo que irme, adiós.
-   Adiós, Sandra.

En la terraza de un bar la espero, a las cuatro de la tarde, todos los miércoles por la mañana. Un café; azúcar para el destino. Si la felicidad es ausencia de miedo, para el miedo, verso:

Ríete niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
(Nanas de la cebolla)




sábado, 10 de diciembre de 2011

TE QUERÍA Y TE AMABA HASTA QUE ABRÍ LA GUANTERA DE TU COCHE Y ME ENCONTRÉ UN DISCO DE DAVID BISBAL






Era cochina, borde, fea y resentida
Siempre odiada por todo aquel que conocía
Y aún así yo siempre la quería

Nunca llamaba cuando falta no le hacía
Siempre tenía mal día cuando yo quería
Y aún así yo siempre la quería

Un buen día mató a mis gallinas
Y dijo maldito el perro que sangría
Y aún así yo siempre la quería

Cuando comía yo nunca la tele oía
Masticaba siempre con la boca abierta la comida
Y aún así yo siempre la quería

Quise casarme con ella de por vida
Subí en su coche un lunes tarde que prometía
Mucha emoción y un tembleque de rodillas
No veía el hueco para hincarme de rodillas
Verdes maneras que torpe me veía
Meto la mano y encuentro una guarida
Para aquí el coche en mitad de la autovía
Lo siento nena no puedo en toda mi vida
Porque cariño
“te quería y te amaba hasta que abrí la guantera de tu coche y me encontré un disco de David Bisbal”

Dulce cochina creí que yo contigo quería
Aún cuando era placer que nada te olía
Y aún así yo siempre la quería

Era malvada perra y resentida
Nunca lindas cosas su boca decía
Y aún así yo siempre la quería
Porque cariño
“te quería y te amaba hasta que abrí la guantera de tu coche y me encontré un disco de David Bisbal”

El cepillo de dientes ella desconocía
Dos bragas verdes sólo ella tenía
Y aún así yo siempre la quería

meaba siempre donde le hacia
siempre decia que era orina mia
y aun asi yo siempre la queria
porque cariño
“te quería y te amaba hasta que abrí la guantera de tu coche y me encontré un disco de David Bisbal”
 un disco de David Bisbal ah ah ah
 de David Bisbal ah ah ah
 David Bisbal ah ah ah
David Bisbal ah ah ah


                                                                                    David Varela—octubre 2010


miércoles, 30 de noviembre de 2011

En el Divan .... (uno)



Me regaló una figura de un elefantito. Ella dijo que era una chorrada, pero
me hizo ilusión.

Yo quise ver que si eras tan frágil como me diste a entender, o yo quise
interpretar, tenía que tratarte con delicadeza. Por eso fui yo la que te
buscó; pensé que tenías tanto miedo a que te hiciesen daño que
preferías no dar ningún paso hacia delante. Que el saber que hay otra
persona en mi vida, que rápidamente me aburro, te echaba para atrás.
Por eso me seguí desnudando: no hay más ciego que el que no quiere
ver.

Pensé que sabías que a pesar de los pesares, es difícil encontrar a alguien
con el que se conecta, que ocurre muy pocas veces. No quise ni
pensar que tú no sentías ni parecido. Sé que fue poco tiempo, también
la intensidad es muy efímera, pero no sé hacerlo de otro modo. Así que,
ante esta incertidumbre que me empeñe en conservar, ante la duda de
saber si me he equivocado totalmente; sin saber si he pintado el dibujo
correcto, o solamente he dejado volar mi imaginación, me despido;
sabiendo que si en algo he acertado, tendrás la valentía de buscarme
porque por mi parte, por fin, lavo el pincel y tapo el bolígrafo.

-Escribía bien. Mejor que yo.
-¿La echas de menos?
-No. Ella sintió algo que yo no. ¿Pero sabes lo triste? En el poco tiempo
que estuvimos juntos, me dio la sensación de que me entendía mejor
que nadie que haya conocido antes.
-¿Y eso es malo?
-Supongo que no, pero me jode
-¿Sigues manteniendo el contacto con ella?
- No, ¿para qué?. Joder, si se rompe, se rompe, esto no es una
película de Hollywood, donde primero se separan y luego se van a
cenar los cuatro- los ex mas sus nuevas parejas, juntitos y en
armonía. Esto es cine español
- ¿Que tal con tus padres?
-Vamos, no me jodas. No quiero hablar de mis padres, es tan típico.
-¿Y de qué quieres hablar, entonces?
-El domingo fui a misa. Hacía mucho que no iba
-¿Y?
-Me llamó mucho la atención este salmo:
“El Señor es mi pastor, nada me falta. En prados de hierba fresca me hace
reposar, me conduce hacia fuentes tranquilas y repone mis fuerzas. Me guía por
la senda del bien, haciendo honor a su nombre. Aunque pase por quebradas
temerosas, ningún mal temeré, porque tú estás conmigo, tu bastón y tu vara me
protegen. Me preparas un banquete, para envidia de mi adversario, perfumas
con aceite mi cabeza y mi copa rebosa. Tu amor y bondad me acompañan todos
los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por días sin término.”
-¿Creyente?
-Más cuanto más viejo. 
Todavía guardo el elefante, claro; en un bolsillo de la mochila que me llevo a todas partes
-¿Tienes hermanos?
-Vete a la mierda

                                                                                               Manuel Fernandez

domingo, 20 de noviembre de 2011

Miroslav Tichy





El 12 de Abril ha muerto Miroslav Tichy, el poético voyeur y fotógrafo -¿es redundante?- checo. A los 84 años. Para un hombre que vivió casi toda su vida en la miseria, en la marginalidad de un solitario enfermo mental, en el más absoluto descuido de sí mismo -el  atestado policial de una de las periódicas detenciones de control a las que le sometían las autoridades, refería que en uno de sus bolsillos se había encontrado una cucaracha ¡viva!-  llegar a esa edad parece asombroso. La verdad, debilita un poco nuestra fe en los beneficios de la "vida sana" y todo eso. Quizá su secreto, además de los genes, claro, esté en que poseía una pasión -capturar esas imágenes femeninas turbadoramente banales con su cámara de hojalata y cartón- superior en intensidad a sus males. O como dice el Tao:

" He oído decir que quien sabe alimentar su vida
no se cuida de los rinocerontes y tigres cuando anda por los montes
ni porta armas ni coraza cuando penetra en el ejército enemigo.

El rinoceronte no encuentra en él lugar donde cornearle
ni el tigre dónde clavar sus garras
ni las armas dónde aplicar su filo.


¿Por qué?
Porque no hay en él lugar para la muerte.

                 (Lao Zi, Trad. y notas de Ignacio Preciado, Ed. Alfaguara, 1981)




La Camara de  Miroslav Tichy


Tichý se construye sus propias cámaras y con ellas ha hecho todas sus fotos. Como lente utiliza un trozo de plexiglas que pule con una mezcla de pasta de dientes y ceniza. A modo de obturador y disparador utiliza la goma de unas bermudas viejas; el tiempo de exposición viene determinado por el tiempo que se tire de la goma. El pasacarrete es una chapa de una botella de cerveza. La carcasa y el objetivo, trozos de lata y cartón y el tubo central del papel higiénico.


Algunas Fotos de  Miroslav Tichy







miércoles, 26 de octubre de 2011

I Festival Internacional “Arte e Discapacidade”

Festival Internacional “Arte e Discapacidade” que terá lugar en Santiago de Compostela nos próximos días. Dentro das actividades previstas haberá unha exposición permanente de pintura e fotografía na Cidade da Cultura, con obras cedidas pola Fundación Menela (autismo) e polos hospitais de Conxo, Toén e Castro de Riberas de Lea.

viernes, 14 de octubre de 2011

Adiós ...






Ahora que todo ha cambiado, espero que sea a mejor.



Ahora que empiezo de nuevo, espero que sea a mejor.




Ahora que estoy tan cansado, espero escoger buenos caminos.







F. J. A.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Informe Semanal : "Los Limites de la Razon"




Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, celebrado el 10 de octubre, queremos compartir este enlace de RTVE, "Los límites de la razón", con testimonios de personas con enfermedad mental que nos cuentan sus experiencias, su día a día, la lucha contra el propio estigma y la mirada en positivo para seguir adelante.



Yo matar Tú


Al mediodía, hora de comer. Cansado de currar, fui al bar de siempre. Un bocata de vete a saber, fue lo que pedí. Pensando en Sandra, como siempre, acabo de comer y pido un café con leche. Caliente, demasiado, me da tiempo a distraerme, a pensar en todo lo que sucede a mi alrededor. De repente entra en el bar un negro
vendecedés; nadie le compra nada. 


Con gesto triste, se sienta a mi lado, pero no pide nada. No sé por qué, pero esta gente siempre me ha dado mucha pena. Este hombre en concreto tenía cara de buenazo, así que le pregunto si quiere un café. No entendía nada de español, pero por señas nos entendimos, y me lo aceptó. Sigo perdido en mis pensamientos, cuando de repente me dice:            
-Yo matar tú           
 -¿Qué?-pregunté aturdido            
-Yo matar tú         


Si no es por la camarera, creo que nunca habría caído de la burra: se estaba presentado, se llamaba Mattar           
 -Yo Mattar, ¿tú?            
-Manuel, me llamo Manuel       


Me da las gracias, y nos intercambiamos los números de teléfono, a sabiendas de que nunca nos llamaremos. Me dijo que soy una buena persona, y ya ves, tan sólo me costó unos euros. Pero todo es relativo: pude invitarlo a comer, pero ni se me pasó por la cabeza. 



                                                                                                                       Manuel Fer
nández

lunes, 19 de septiembre de 2011

De excursión por …..Fisterra

Por
Oscar M. Alvarez


Todas las excursiones están resultando gratificantes, y esta no fue menos. Se partió a las nueve y media de la mañana del Hospital de Toen en dirección a Muxía, a medio camino paramos para tomar un café, en una cafetería de carretera. Posteriormente el paso por Muxía. Estuvo bien cruzamos el pueblo y fuimos hasta la iglesia, allí estuvimos sobre la piedra de avalar, y también en la roca de la cueva. En el altillo, además, había una escultura, y también subimos hasta allí. En Muxía hacía mucho viento, al situarse sobre la famosa piedra de avalar el viento casi arrastraba a uno, era bueno protegerse un poco situándose detrás de otras rocas, había un montón de rocas en una extensión grande.
Otra vez al autobús, y la siguiente parada fue para ver la cascada, única en el mundo que desemboca directamente al mar. En este lugar además también hicimos la comida que fue a base de bocadillos, y empanada, con fruta de postre, sobretodo plátanos. La comida una vez más estuvo muy buena.
El lugar también era bonito, había una pasarela de madera que permitía acceder hasta la misma base de la catarata, y mereció la pena ir. Allí nos hicimos unas fotos con la cascada de fondo.
Al terminar de comer volvimos al autobús, ahora el destino era Finisterre y su faro, también todo digno de estar allí, si bien este sitio resultó ser carísimo en dinero para hacer alguna consumición. Así por ejemplo una Fanta de botella simple de todo costó dos euros.
Las vistas a mas abierto desde allí arriba eran muy bonitas, así como todo en entorno.
Terminada la visita al faro del fin de la tierra el autobús nos llevó ahora a la playa. Allí nos dividimos en dos grupos los que se querían bañar y estar sobre la arena, y los que pasamos esa hora y media en los chiringuitos. En ambos casos la gente quedó satisfecha. Los chiringos y bares al lado de la costa estaban muy bien daba la sombra y corría el fresco mientras tomábamos unos refrescos.
Finalmente al autobús ya para regresar a Toen. Hicimos parada a medio camino para cenar en un área de descanso de la autovía. Todo muy bien, y llegamos a Toen hacia las nueve de la noche ya cenados.
Este tipo de excursiones rompen la rutina del hospital y merecen la pena.


mas abajo ..............

¡¡ FOTOS !!



De excursión por …..Fisterra

FOTOS DE FISTERRA








jueves, 15 de septiembre de 2011

Despues del suicidio

Después del suicidio


Se cayó desde la más alta torre del castillo de la princesa encantada, bajo un vendaval de lluvias con forma de respuestas. Lo vió un lancero,  y lo vió un bufón. Desnudo, limpio, el mancebo nunca fue tan hermoso como ahora, momento en el que estaba totalmente inconsciente; medio muerto.¿Alérgico a algún medicamento?, le preguntó el lancero; ¿te han operado alguna vez?, le preguntó el bufón.  No, no, contestó el mancebo, sólo quiero volver con mi princesa. Las princesas son para los príncipes, acertó el bufón. ¿Qué te ha pasado, muchacho?, ¿por qué?, inquirió el lancero. Porque no es un príncipe, se rió el bufón, porque un muchacho no es más que un muchacho.  Es verdad, dijo el mancebo, sólo soy un muchacho sólo, pero  creía que era mi princesa; yo la cuidé, yo la resguardé del viento y de la lluvia; yo consentí todos sus caprichos. ¿Y dónde está tu princesa ahora?, se reía el bufón:
 Los jardines pueblan los triunfos de los pavos reales; parlanchina, la dueña dice cosas banales, y vestido de rojo piruetea el bufón. La princesa no rie, la princesa no siente; la princesa persigue por el cielo de oriente la libélula vaga de una vaga ilusión.
 Olvídate de ella muchacho, dijo el lancero, y comienza otra vida. Sólo soy un mancebo, respondió éste, que quiere ser  caballero. Para ti ya es tarde, acertó el bufón. Cada uno de nosotros responde a su Destino; yo soy un bufón, el payaso en soledad, de la corte, más quise ser arquero. Pero acepto mi lugar, pues quién sino yo hace reir a las gentes.
 Vamos ,vamos, despierta, le dijeron, no puedes quedarte dormido. Quizás si pudiera matar al dragón la princesa volvería. Los dragones no existen, le respondieron. Me haceis daño, dejadlo ya. No podemos,lo que te has metido puede afectar a tus habilidades cognitivas ; bajo mi responsabilidad, dijo el mago; hay que limpiarte el estómago.
Y despertó el mancebo, y le invadió una sensación de soledad como nunca antes había sentido, y se resignó. Al rato, se le acercó el mago, y le preguntó: ¿por qué?.Por desamor, contestóle el muchacho. Una mujer no es más que una mujer, acertó el mago. Y un muchacho no es más que un muchacho, inquirió el joven, ¿por qué me salvaste, mago, sin preguntarme antes si queria ser rescatado de las garras de la muerte? Porque es mi deber, amigo mio, la vida es un regalo. El Señor te ha dado una segunda oportunidad, debes aprovecharla, respondió el mago.
 Yo no he pedido nada; mientras esto pensaba el muchacho se acercó una doncella que estaba a cargo de su cuidado; de aliviar sus heridas. Fea, extremadamente fea y mal hecha, parecía la bruja de un cuento de hadas. Y rompió a llorar el muchacho, con largo llanto, pues se dio cuenta de que los sueños, sueños son. Escuchó sus lágrimas un poeta, que se acercó y le dijo: ríete niño, que te traigo la luna cuando es preciso. Vive muchacho, vive, y solo entonces preténdela nívea,  preténdala  blanca, preténdela casta
 Despertó, ahora sí, el muchacho, y quedóse mirando por la ventana que  más cerca estaba de su camilla. Da gracias de que puedas andar, le dijo el mago, da gracias en general, pues suerte has tenido. ¿Buena o mala?, preguntó el muchacho. Eso nunca se sabe, respondió el mago. Mientras tanto, el bufón se reía por no llorar; el lancero miraba en silencio; y el poeta se quedó sin palabras de presumir.

M. Fernandez

lunes, 22 de agosto de 2011

O ARREPÍO QUE TE ACOMPAÑA

Esta é unha historía que me contou meu pai sendo nena, que me impresionou solemnemente, xa que eu sempre amei os animais, mais o lobo é odiado por todos os aldeáns, porque o seu gando case sempre se vía ameazado pola “maldita fera”.

Eu pretenzo ao concello de Vilar de Barrio, onde o lobo agora non aparece nin polas sombras, pero os maiores recordano e témeno e ata a veces sinten arrepíos ao falar del.

Unha noite de inverno ao lado da cociña de ferro meu pai quixome , por os pelos de punta e mostrar a ferocidade do lobo, comezou a explicarme que nos tempos de antes os mozos ían rondar as mozas as súas casas, os camiños eran tenebrosos por non decir tétricos nas noites de inverno e a veces os mozos levaban compaña, unha compaña que provocaba e provoca arrepíos.

Non recordo si un tal Antón viña dunha festa, ou simplemente de rondar a súa moza Isabel, pero creo recordar que era a festa de Codosedo, un pobo cerca do concello.

Nos tempos de antes as festas ou as “visitas” as mozas duraban como moito ata media noite, Antón pasou toda a noite bailando coa súa moza, bebendo cos mozos do pobo, disfrutando.( Eu imxinábame os mozos e as mozas na festa bailando ao son das panderetas e as cunchas. Os mozos levarían botas para non manchar os zapatos nas lamas e a roupa do domingo, as mozas cos mellores vestidos pero sen faltar o pano e o mandil.Eu estaba inqueda polo que me estaba contando meu pai.”)

Antón despois acompañou a Isabel a casa e estiveron no macedoiro, situado debaixo do balcón da casa, onde os pais de Isabel espreitaban para saber se ese rapaz era o indicado para a súa filliña; él estaba seguro diso porque á amaba con todo o seu ser, con un bico inocente da época despedíronse, (Antón sabía que os seus sogros estaban escoitando, non era parvo!) e emprendeu o camiño hacia Borrán, o pobo onde me criei por iso me gusta tanto esta historia.

A leña chispeaba, e meu pai seguiume contando pero esta vez cunha voz máis tétrica, que a min me provocaba certo arrepío, mesmo frio a pesar de estar a carón do lume.

Os camiños dáquela estaban rodeados de vexetación baixa, carqueixas….unhas poucas árbores e folla seca, debía ser outono.

Emocionado polo que falou coa súa querida Isabel e pensando nos proxectos de futuro comezou a cantar a canción da Carolina,pero, de repente sentiu un arrepío; “ A cara de meu pai cambiou e eu estaba +inqueda” era como se algo ou alguén lle turrara [1]do pelo para tras, ¡era medo! ¿A qué? Antón acelerou o paso, deuse conta que namentras camiñaba, algo ou alguén ó acompañaba según ía avanzando o camiño volvíase máis tenebroso e o medo ía aumentando, o seu corazón galopaba, pero esta vez non era por amor.” Puxéronseme os pelos de punta a min tamén”; Enseguida se deu conta de que quen ó acompañaba era o lobo, os seus pasos lixeiros entre a follaxe eran indistinguibles, e os ollos cheos de sangue, esa cor vermella que se ve perfectamente entre a ramaxe do camiño e sobre todote noite, “o meu corazón tamén se ía acelerando e o meu pai estaba disfrutando das súas lembranzas e da miña cara”; pero non eran duas luces vermellas,nin catro, eran oito!!!!

-         Meu Deus ¿ Cómo vou sair desta? – pensou Antón aterrado, pero deuse conta de que xa estaba preto de Vilar de Barrio, -¡miña salvación! Se chego o pobo perderán o rastro e deixaran de seguirme.

“Sentinme aliviada polo pobre Antón, pero….”

Antón  tiña a boca seca, a gorxa coma as pallas e o corpo frio, ó chegar a Vilar de Barrio decidiu parar no bar do Xoan para reporse.

Ó entrar o Antón era todo un poema.

-         Meu amigo, ¿qué che pasa que ves máis blaco que a neve e temblando? Preguntoulle Xoán
-         Acompañoranmo todo o camiño catro, dixo Antón
-         ¿Catro?
-         Sí, catro lobos. Ponme unha copa
Pouco a pouco foi recuperando a cor e o temple “a coñac sempre axuda”
-         ¿Se queres acompañote ata Borrán? Propuxolle Xoan
-         Non oh!, espero un pouco, perden o rastro e de aquí a casa chego ben, que é un paseo.
“ Eu pensei ¡ burroooo!!!! Pero claro como ía un dáquelas deixarse acompañar, ¿e o seu valor e honra? Sobre todo ante Isabel e seus pais.”
Relaxouse no bar do Xoán,  e emprendeu o camiño ata a súa casa, un kilómetro e medio, namentras ía camiñando ía pensando no traballo do día seguinte, e que a seguinte parada sería na Casa da Tina, para beber o último viño e onde se riría cos últimos borrachos, que soían ser de Borrán. “ O meu pai seguiu falando pausadamente…” ¡Pero…!, cando o Antón pensou que ó deixaran as catro feras, ó chegar ao Alto da Corga, un cruce próxi[2]mo o pobo atopouse rodeado, non tiña escapatoria, as catro bocas do cruce estaban ocupadas por catro feras enormes.
“Pensando no peor e co estomago encollido polo que podia pasar, ¿e que máis papá?.
 Meu pai dixome: pois miña nena, viu como lles caía a saliva espesa e branca polos dentes, uns dentes tan afilados coma picos, os catro relamíanse e íanse aproximando, a Antón non lle saía nin un folgo pola gorxa para pedir axuda pensou…, non pensaba. A respiración e o corazón eran trotes de cabalos e ELES estaban cada vez máis preto, casi sentía o olor a bravío, os seu corpos movianse armoniosamente, non equiparandose o seu tamaño, pois eran grandes, ben grandes, cada vez os vía máis grandes.
“ Eu Escoitaba atentamente a meu pai, nin a calor da cociña nin a televisión me entretiñan, - ¿E qué máis papá?. O meu pai cambiu a cara, relaxouse e proseguiu, namentras na Casa da Tina todo transcurría coa mesma algarabía de sempre, o tute, as rifas que se consideraban intercambio de ideas a berros e a aguardente e o licor corrían polas mesas e o carón do lume: ninguén se decatara que o can do Antón, Milor, estaba nervoso, máis inquedo do normal.

A quinientos metros, Antón viáse mal, as forzas íanselle , o medo apoderouse del, non se podía mover nin berrar, sentía os lobos  tan preto que pensou que a súa sour eran as babas das catro feras. “ eu xa dubidaba se isto ía acabar ben xa que ninguén o botaba de menos, ou eso parecía”.

Antón sen saber cómo silvoú, foi o único que necesitou Milor para correr como se o levara o demo, a xente extrañada pola reacción saíu da taberna. -¿Onde vai?

Cando Antón viu ao seu can, sentiu correr a sangue polas venas e o aire que saía pola súa gorxa converteuse nun:

-         ¡Qué me comen os lobos!!!!
-         ¡Qué me comen os lobos!!!!
-         ¡Qué me comen os lobos!!!!
Os berros soaron como alaridos e foi suficiente para que a xente da taberna collera o que pudera, paus, sachos, forqu¡tas, ata fouces, cando cegaron ao Alto da Corga viron a un Antón máis morto ca vivo, os lobos recuaron  con desgana pois tiñan pensado cear, pero desapareceron na noite, agora tiñan eles medo.

O primeiro que fixo Antón foi acariñar ao seu aliado de tantas e tantas, Milor, e despois viñeron as grazas e as apertas aos veciños, que entre sorisos foron ata Casa da Tina á festexar, festexar que non ía ser a cea de ninguén.

S.F.C.