Un
perro sin pata llega a una familia de un niño aparentemente normal.
El niño rechaza al perro porque le falta una pata. El perro empieza
a jugar y gana la atención del niño consiguiendo que se empiece a
relacionar con él.
Después vemos que cuando el niño se levanta a
él también le falta una pierna. En la parte final el niño y el
perro salen a jugar juntos, mostrándose con más naturalidad.
El mensaje es la inclusión
social. Quiero decir con esto que el niño acepta al perro como a él
le aceptan los demás. Con este regalo la madre quiere decir al niño
que se acepte a si mismo.
Raúl
R. D.
No es mucho más lo que se puede agregar ante esta breve animación que tiene momentos de intriga, ternura, enojo, y comprensión. Recomendable al cien por ciento.
ResponderEliminarTodos debemos ser aceptados y sobretodo aceptarnos como somos,sin indiferencia.
Bonito corto y bonito mensaje.
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