¡A la playa!

 

  Agosto es temporada de playa por lo cual, nosotros también hemos hecho una escapadita a la arena y el agua.

Este pasado miércoles, justo después del desayuno nos montamos en el autobús para recoger a nuestras compañeras en Ourense y emprender viaje hacia la costa.

 Hicimos una mañana turística en Combarro entre muchísimo ambiente y con la guía explicativa de Cristina que se había estudiado un montón de detalles del pueblo y su historia para que se nos hiciese la excursión mucho más educativa.

 Nuestro picnic de la hora de comer ya lo disfrutamos a la sombra de los pinos de la playa de Lourido y la tarde fue de playa entre vuelta y vuelta, algunos remojones (para los más valientes porque el agua estaba bastante fría y había muchas algas) y unos cuantos paseos de arena.

 Lo disfrutamos mucho pero nos cansamos un montón, tanto que en la parada a medio camino de regreso para hacer la merienda casi toda la expedición tuvo que recargar pilas con unas empanadillas que empezaron a correr como la pólvora hasta casi acabar las existencias que tenían en el bar.

Además, si ya de por sí las playas son activas... esta mucho más. En ella estaban entrenando a surf con vela y... ¡mirar que bonito estaba!

 Es cierto eso de que la playa cansa mucho, pero ¡merece la pena aunque sólo sea por cambiar de aires!